Cuando Soraya aprobó por fin el carné de conducir y se vio frente a un volante, decidió que era capaz de todo, de tomar el rumbo de su carrera y de su vida, e inició una revolución que trajo consigo un nuevo novio, su propio sello musical y un álbum que rezuma espíritu disco e incluye su primera balada.

"Dejé a mi anterior pareja y mi discográfica, lo que fue especialmente difícil en estos momentos; me volví independiente, monté mi empresa... Me ha cambiado toda la vida, he roto con el pasado", certificaba la cantante extremeña en unas declaraciones hechas esta semana ante la publicación de Universe in me.

La creación de Valentía Records ha sido un sueño cumplido para Soraya (Valencia de Alcántara, 1982). "Era una necesidad. En una discográfica grande tienes un tiempo limitado de promoción, pero un artista requiere dedicación. Aunque siempre me han dado mucha libertad, yo no me sentía cuidada y decidí marcharme", cuenta de su salida de Sony Music.

A diferencia de Con fuego, sencillo que lanzó hace meses y que calificó de "un temita de verano sin ninguna pretensión", para Soraya este disco es el "más auténtico" de su vida, un producto lleno de "colorido y con una estética muy cuidada", que musicalmente se incardina entre el dance sueco de figuras como Robyn y la música disco de los años 70 y 80.

De hecho, tal y como se hacía en la época de Donna Summers, los 'bits' electrónicos de este álbum y de su nueva gira se apoyan en el acompañamiento de instrumentos tradicionales, que habían desaparecido en el previo Dreamer (2010). "Quería sentir de nuevo la música de verdad", argumenta.

Otra de las novedades es la inclusión en el repertorio de su primera balada, Huracán. Escrita por Vega, la canción se convertirá en su segundo single, y Soraya augura que, gracias a él, ganará nuevo público.

"Ya no tengo 22 años, como cuando entré en 'Operación Triunfo'. Este álbum tira más a lo personal. El cuerpo me pedía una balada; necesitaba un álbum que se pudiera escuchar no solo en las pistas de baile", explica.

Afirma que, si algo tiene este disco, son letras de mayor calado, alternando el español y el inglés, idioma que utiliza por ejemplo en Plastic, su primer sencillo, para cuyo vídeo contó con "publicistas de moda" en busca de algo "muy cuidado y palpable".

Afirma que ha sido en los ocho años transcurridos desde su debut en aquel concurso de televisión cuando ha aprendido a cantar, lo que se aprecia en una técnica más suave y matizada, aunque le siga gustando sacar voz y volverse un poco loca de cuando en cuando.

En esta etapa nueva le apetece cantar más en teatros y recintos donde pueda percibir una reacción por parte de los espectadores. Tras su paso este 16 de noviembre por Lugo, el 22 de noviembre estará en Pamplona, un día después en Alicante y el 14 de diciembre en Mérida.

En su nueva gira, que será "muy visual" y dinámica, con bailarines y pantallas, interpretará temas de todos sus discos, incluso los más latinos, porque esta artista, que se postula para ocupar un sillón del programa La Voz en representación de la música electrónica española, dice estar "orgullosa" de todo lo que ha hecho.